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martes, 26 de febrero de 2019

Charla entre super amigos.


Charla
                                                             Por Zirahuen Ortiz-
Desde que salí de Guadalajara hasta que llegue al punto de suelta era agradable ver todo el campo lleno de follaje verde y flores de colores vivos.



Estaba ya en el punto de suelta que habíamos escogido durante la semana mi amigo Pepe Molina y yo, este punto está localizado a ochenta kilómetros aproximadamente y está ubicado en las afueras de la población de Moyahua, Zacatecas.


Nunca me había comprometido a llevar a soltar palomas de otros compañeros, siempre lo hacía solo o acompañado de la persona dueña de sus propias palomas.


Veía las  nubes blancas y muy cargadas y me preocupe más por las palomas de mi amigo que las mías, si me iba mal en la llegada yo era responsable de ellas, pero…si le iba mal a mi amigo Molina ¿que iba a pensar?, era la primera suelta que hacia conmigo.


En esos años ni imaginábamos el celular en México, así que fui al poblado de Moyahua y entre a  una tienda que tenía caseta telefónica, el olor a pan recién sacado de los hornos se me hizo agradable y solo me di cuenta que aún no había desayunado, la tienda tenía todos los anaqueles de madera y era de esas tiendas antiguas de pueblo en donde vendían de todo, en un anaquel lateral se veían sombreros, en otro sacos de harina, zapatos y huaraches, escobas de paja, palas, carretillas, y en los anaqueles de atrás todo lo de latería de comida, le hable por larga distancia –oye pepe está muy nublado por acá,
 
¿Cómo la ves.... suelto las palomas?

-¿Cómo están las nubes, está lloviendo?- pregunto pepe Molina.

-No las nubes están a media altura y no está lloviendo se alcanza a ver entre las nubes el azul del cielo-


-Suéltalas, bajo mi riesgo, no hay problema- dijo Molina


Se oía el graznar de unos cuervos que anidan en las rocas de los cerritos de enfrente de donde estaba y se hacia el eco de los mismos alrededor de la campiña.


Escudriñe en el cielo para ver si no había algún Halcón o alguna Águila que me pudiera dar problema con las palomas y todo se veía tranquilo, solo un cuervo o dos que andaban por allí buscando su primer comida de la mañana.


Decidí soltar mis palomas primero para ver como se comportaban con el tiempo que imperaba, traía tres cestas de lona de color blanco, en las que estaba grabado “Palomar Tarasco el Gran Fondo”, este nombre de mi palomar lo escogí por dos motivos, el primero porque soy de Michoacán y el segundo porque siempre me han maravillado las palomas ganadoras de vuelos de gran distancia como son los ganadores desde Barcelona, España o los de Abilene, Texas.


 Cuarenta y cinco palomas en total salieron de las cestas y se enfilaron rumbo a Guadalajara, iban a una altura como de un metro del piso, se perdieron de mi vista en tres minutos, directas a su destino.




Más tranquilo baje las seis cestas de Molina y salieron sus aves igual que las mías.

 Uno de los placeres de ir a soltar es llegar a desayunar en los pueblos cercanos a los puntos de suelta que vamos escogiendo, mis palomas siempre están acostumbradas a llegar al palomar y nadie las espera, comen hasta que yo llego.


-¿Cómo te fue? Pregunte a Pepe Molina desde la camioneta, aún estacionándome afuera de su casa, el andaba arriba de sus palomares, su cara con su abundante barba blanca, igual que un marqués español, con el silbato colgando de su cuello y su inseparable taza de café de las mañanas.



-¡Nada! , ¡No ha llegado nada!



¡Ups! Solo pase saliva y me quede preocupado, voy a mi casa y te llamo ya que vea en mi palomar.



Sueltas inexplicables como estas a todos nos han pasado, me quedaron solo veinticinco palomas.





A Pepe le fue más o menos igual con su parvada.


Algo que nunca me explicado es porqué en un vuelo en que se pierden palomas el porcentaje de pérdidas de todos los palomares es muy similar, hay siempre unas pocas excepciones, pero en general el promedio de pérdidas es igual en la mayoría de los palomares.



No se que pasaba en esa ruta pero seguíamos dando sueltas y seguía perdiendo palomas, al final a vísperas del primer concurso de la temporada solo me quedaban catorce palomas.



-Ya no voy a volar Pepe, que puedo hacer solo con catorce palomas en toda la ruta de pichones-



-¡Ya dejaste el lastre!, se perdió lo que se tenía que perder, no hay que rajarse, además esperar todo un año para la ruta de pichones y ¿no te vas divertir?-



Por eso precisamente compré nuevas parejas y les puse muchas ilusiones.



Había conseguido unas palomas azules y rodadas muy bonitas de unas palomas que conocíamos como Chatos Delbar, del palomar de Javier Ávalos hijo de Don Felipe Ávalos fallecido ya por esos tiempos.

Su plumaje aterciopelado, estampa de aves de calidad como si fueran de la nobleza de las aves, ojos claros rosados, la estampa era de verdad hermosa y su pico cortito las hacia mas atractivas a la vista.


Terminó la ruta y siempre quede en los primeros veinte lugares del club, al final me quedaron doce palomas de las catorce con las que había comenzado.



¿Cuantas palomas de carreras empezamos a volar al inicio de los entrenamientos y primeras sueltas y cuántas nos quedan al final de la ruta?




¿Es que todas las aves que se pierden de verdad eran de calidad inferior, eran deportivamente inferiores, su calidad de orientación es mala en comparación a las demás?



Algo debe ser cierto de esto, pero también hay sus excepciones, pocas muy pocas aves que se pierden se debe a otros factores, un cazador, un depredador, un golpe a la salida, al regreso, etc.


¿Cómo escoger y poder separar a las palomas deficientes que se nos van a perder durante la ruta?


Daba a entender ya Charles Darwin “La selección Natural de las especies por la prueba de la competencia”



Solo las más aptas son las que tienen derecho a reproducirse.



Solo las más aptas son las que regresarán.



Decía Suárez Garro que al inicio de los entrenamientos había que entrenar a los pichones de uno por uno, “DE UNO POR UNO” esa es la primera enseñanza que obtuve para desechar las palomas que no sirven para nada.


-Estás loco soltar mis palomas de uno por uno para que se me pierdan mis favoritas- me dijo un compañero que estaba soltando conmigo.


Invite a otro compañero a soltar de uno por uno, el hizo lo mismo, nunca más regreso a soltar conmigo.



De uno por uno desde la primer suelta de entrenamiento para los pichones hasta su primer suelta de ochenta kilómetros y después hago las sueltas todas juntas.


Música, refrescos, jugos, unas galletitas, poder manipular una por una las palomas, soñar con diplomas, tratar de buscar los defectos, adivinar cuáles son las más aptas para ganar algún premio, disfrutar del campo, su olor, ver el azul del cielo, sentir el aire en tu rostro, en fin estas son las ventajas de perder algunas mañanas, además de ganar mucho durante los concursos…vale la pena soltar uno por uno.
Si se me pierde el mejor amigo del campeón o la comadre de la Derby no me preocupa en lo absoluto, las que queden son las que defenderán el honor del palomar Tarasco de gran fondo.


-Aguas ya llegó Don Zira con su gran cesta, ¿Cuántas vas a encestar?- me dijo un compañero del club, directivo del mismo al inicio de la temporada.


Traigo nueve palomas para divertirme los fines de semana ya me aburrió el Fútbol.



-¡Órale! ¿cuántas para encestar a ochocientos kilómetros?-Me dijo en son de burla, todos en el club soltaron la risa.



-Con que enceste tres palomas habrá valido la pena la ruta- le comenté.



Llegue a encestar al vuelo de Sabinas, Coahuila con cuatro palomas, se hizo el disimulado, gané el segundo lugar del vuelo.


Se que es muy complicado andar soltando palomas de una por una sobre todo cuando traemos equipos muy grandes, pero de verdad vale la pena.

Hay que hacer caso de los viejos colombófilos, ellos pasaron hace mucho tiempo por donde nosotros vamos ahora y esto de soltar de uno por uno a nuestros pichones en sus primeras sueltas de entrenamiento no lo digo yo, 

lo dijo Suárez Garro y el fue un gran colombófilo y respetado por muchos.

Tal vez te veas en ese grupo que comenté anteriormente de las excepciones cuando hay vuelos desastres en los clubes, todos con el mismo porcentaje de pérdidas de palomas en el club y a lo mejor tu en vez de traer el 50% de pérdidas, solo te falte una o dos palomas de tu equipo de vuelo…


En una ruta de adultas un compañero muy conocido de otro club comenzó con cien palomas, al final de la misma no recibió de ochocientos kilómetros y se rumoraba que después de la ruta no tenía ninguna paloma en su palomar de vuelo, acabó hasta con las plumas.


He visto documentales con testimonios de grandes campeones de Bélgica y Holanda y ellos con gran naturalidad dicen que de una gran pareja salen muchas palomas sin valor alguno.


Se ríen de los aficionados de Asia cuando llegan preguntándoles que cuáles son sus “Golden Couple”, (parejas de Oro)o ven con extrañeza cuando llegan los colombófilos Mexicanos comentando que ellos vuelan “Meulemans puros”.


Ellos los colombófilos belgas y holandeses saben que no existen líneas ni mucho menos razas, las grandes ganadoras de premios en estos países fueron logradas a base de muchos cruces, “entre palomas buenas”.


Buena con buena y vas por buen camino.

Uno por uno en tus primeras sueltas de entrenamiento y vas mejor.

...al soltar nuestras palomas en escenarios nuevos recuerdas momentos.....

El olor a hierba te relajaba y te invitaba a meditar lejos de la ciudad, en el horizonte los cerros se volvían de un color entre azul y verde.


Todo el camino fue con nubes a media altura, arriba de ellas se veía muy claro el azul del cielo, se sentía un clima frío y húmedo, soplaba un viento ligero que se sentía agradable sobre la cara.
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Para nosotros que somos colombófilos con pasión es un deleite zambullirse todo un día en esta página web, mi pasión por el estudio de la paloma de carreras me llegó desde que conocí  estos bellos animalitos, me capturaron y solo me soltarán de la mano 

hasta el día que muera.


Al ver que le gusto la Historia del viajero le comento que esta historia la hice juntando la historia de mis buenos y queridos voladores y las uní en uno de mis más querido voladores de fondo que así se llamaba el Viajero, este era un macho azul de línea Bricoux, que descendía de una paloma campeona de 800 km desde Los Mochis de mi gran amigo y maestro Juan José Fregoso, "Don Juanito" de aqui de Guadalajara.




....solo una muestra.


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